miércoles, 21 de julio de 2010

RETARDO EN EL DESARROLLO Y MODIFICACIÓN DE CONDUCTA. (CAPÍTULO 1)


A) ANÁLISIS CONDUCTUAL APLICADO.

CONCEPTOS FUNDAMENTALES.
Se desarrolla en la observación de tres cambios que son fundamentales:
• MEDIO. Objeto (estímulo).
• ORGANISMO. (respuesta).
• NUEVO CAMBIO EN EL MEDIO. (relación estimulo, consecuencia).
A esta relación se le llama RELACIÓN DE CONTINGENCIA, y es lo más importante para el análisis conductual aplicado.
Cabe señalar la existencia de los eventos disposicionales, los cuales forman parte del cuarto grupo de elementos, que puede formar parte de los tres anteriores.
Este análisis es objetivo y funcional, y siempre da prioridad a las descripciones mensurables y cuantificables, evitando mencionar procesos que se alejen del objetivo deseado.

B) ANÁLISIS FUNCIONAL DEL RETARDO EN EL DESARROLLO.
En éste hay cuatro factores que determinan la conducta, y son:
1. LOS DETERMINANTES BIOLÓGICOS DEL PASADO; aquí se puede mencionar que son los genes, que influyen en el prenatal y perinatal
2. LOS DETERMINANTES BIOLÓGICOS ACTUALES; como el estado de nutrición o desnutrición de la persona, el uso de sustancias, cansancio etc.
3. LA HISTORIA PREVIA DE INTERACCIÓN CON EL MEDIO; aquí se puede observar el comportamiento previo de la persona, y como ha sido tratado, los castigos, recompensas entre otros y como reaccionó ante los mismos.
4. LAS CONDICIONES AMBIENTALES MOMENTÁNEAS O ACONTESIMIENTOS DISCRIMINATIVOS, REFORZANTES Y DISPOSICIONALES; son los estímulos discriminativos y reforzadores que se relacionan con diversas conductas de la persona.

C) DIAGNÓSTICO DEL RETARDO
En el análisis conductual aplicado, el diagnóstico se efectúa en términos estrictamente funcionales; es fundamental señalar los determinantes actuales que controlan el retardo en el desarrollo.
La modificación de conducta requiere exclusivamente establecer los factores o elementos que constituyen la triple relación de contingencia o sea los estímulos discriminativos y los reforzadores y en este caso especial los déficit y los excesos conductuales que se presenten. Además, en las condiciones que así lo requieran señalar los eventos disposicionales (determinantes biológicos presentes).
El diagnóstico tradicional es de tipo estructural, agrupa una serie de fenómenos según su semejanza formal y les ponen rótulo. Se agrega a dicho rótulo una etología o causa orgánica.
Estas clasificaciones de tipo topográfico, la topografía es el conjunto de propiedades físicas que definen la geografía de una conducta.
En el diagnóstico funcional, la clasificación no se efectúa de la misma manera, es importante indicar cuáles son los factores que controlan o producen el fenómeno que se clasifica; es necesario efectuar un análisis de los repertorios que posee el sujeto, averiguar cuáles son los factores ambientales que los controlan, saber ante qué reforzadores responde y cuáles son las que habrán de ser establecidas.
La primera parte del diagnóstico funcional debe ser determinar la conducta actual del sujeto, a esto se le denomina determinación de repertorio de entrada. Es necesario saber qué es lo que el sujeto hace y lo que no hace.
En segundo lugar es investigar a qué se debe la existencia del déficit.
En la tercera instancia el retardo en el desarrollo puede deberse a que el sujeto posee conductas que lo alejan de las formas positivas de estimulación social. El primer paso será suprimir estas conductas indeseables, mediante la identificación de las fuentes que las mantienen.

D) TRATAMIENTO CONDUCTUAL
El tratamiento presupone la manipulación de una serie de procedimientos que tiendan a diseñar el ambiente general e individual del sujeto, de modo tal que facilite y promueva la adquisición de las conductas que sean necesarias para remediar dicho retardo.
El tratamiento conductual abarca tres aspectos fundamentales:
1. La creación de nuevas conductas.
2. El aumento de frecuencia en conductas ya existentes.
3. La supresión de conductas objetables.

La manipulación básica opera a través de los estímulos discriminativos y reforzadores, así como de otros estímulos con propiedades aversivas.

El punto fundamental del tratamiento es otorgar cierto grado de probabilidad a conductas ya específicas por el diagnóstico funcional.
Todo tratamiento conductual debe poder evaluarse en términos cuantitativos.

El tratamiento conductual comprende dos etapas:
1. El tratamiento individual bajo condiciones controladas.
2. La intervención sobre el ambiente del sujeto, dirigido a obtener condiciones optimas para el mantenimiento de la conducta ya adquirida bajo tratamiento individual.
En la primera etapa, se diseña un ambiente especial que facilite todo tipo de manipulaciones y procedimientos tendientes a incrementar su repertorio de conductas.
Además del uso de reforzadores y estímulos bajo control directo de quien administra el tratamiento, incluye la programación completa de conductas para el proceso de rehabilitación.
El tratamiento individual concluye cuando la propia conducta del sujeto muestra que los criterios prefijados se han alcanzado.
El segundo aspecto del tratamiento es la intervención directa sobre el medio al que será trasladado definitivamente el sujeto ya sea un ambiente institucional o familiar natural.
El medio esta definido en términos de las personas con las que el sujeto tiene contacto y de las tareas que tienen que realizar.
La tareas se programan de acuerdo con las posibilidades del repertorio conductual de aquél, y deben impartirse instrucciones o entrenamiento a las personas que de una manera u otra pueden afectar la conducta del sujeto.
Es indispensable que se prevean normas de reforzamiento y un manejo de contingencias que guarden adecuación en las conductas que el sujeto debe mostrar y con las condiciones en que debe hacerlo.
El concepto de retardo en el desarrollo es funcional, no se refiere a la sucesión de etapas basadas en el simple transcurso del tiempo, las contingencias ambientales son las que determinan el nivel funcional de un repertorio conductual.

E) PRONÓSTICO EN LA MODIFICACIÓN DE CONDUCTA RETARDADA.
El pronóstico conductual es formulado en base a una o varias conductas terminales que deben obtenerse como producto final del tratamiento. La adquisición o supresión de dichas conductas confirmarán el grado de acierto del pronóstico.
La modificación de la conducta del sujeto acarrea cambios en cuanto a los efectos de esa conducta sobre el medio, por consiguiente modifica también las contingencias ambientales que se asocian al sujeto.
El pronóstico es una especificación de las conductas concretas que se deben obtener en términos del repertorio de entrada y de los procedimientos de tratamiento que se vayan a utilizar.

F) CONSIDERACIONES FINALES.
Después de un programa integral de modificación de conducta dirigido a superar el déficit más notorio en el desarrollo, el sujeto con retardo permanece en desventaja con respecto a un sujeto normal de su propia comunidad. El sujeto con retardo requiere un diseño cuidadoso de las contingencias diarias a las que se verá expuesto con objeto de mantener y seguir mejorando su conjunto de conductas.
El interés fundamental dentro de una experiencia consiste en que el sujeto retardado seria normal dentro de su medio, lo cual habrá de facilitar enormemente la posibilidad de desarrollar ulteriores repertorios conductuales más refinados que los que se logran en la actualidad.
El sujeto estará confrontado a lograr un desarrollo natural y normal en términos de los requisitos establecidos por el grupo del cual forma parte.

BIBLIOGRAFÍA:



Ribes, Iñesa Emilio, 2009, Técnicas de modificación de conducta. Su aplicación al retardo en el desarrollo, México, D.F., Trillas.



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